viernes, 12 de junio de 2020

Cordón umbilical


Como suele ser habitual y sobre todo en los grandes momentos de la historia, el ser humano siempre tiende a barajar la positividad frente a la cruda realidad que nos envuelve. La pandemia del Covid-19 nos ha marcado a todas/os de especial forma y manera, dejando en los meses del calendario un reguero de duelo, de incertidumbre, pero también de solidaridad y de esperanza. Han sido días de inquietudes y de desvelos constantes, de dejar pasar el tiempo sumida en la tensión y en la distancia.
Hoy doce de junio, me consuela y agradezco el hoy por hoy; pero sobre todo me satisface y me llena de orgullo ese  -cordón umbilical - por el cual seguimos   “respirando   juntos”.
Me conmueve leer que a través de los mensajes de WhatsApp con mi hija de algún Zoom que otro y de recetas compartidas nos hayamos podido sentir más cerca, estando separadas por kilómetros de distancia.
Recibir un mensaje de mi hijo que ha entrado a una librería en Madrid y que ha sentido mi presencia entre los libros, es la más hermosa definición que se puede deducir de esta terrible epidemia.

¿Quién afirmó que al cortar el cordón umbilical dejamos de percibir su flujo sanguíneo?












8 comentarios:

  1. Alegra que los hijos, se abran paso en la vida y a través de la vida, conecten con los demás, incluidos padres y seres queridos.

    Besos.

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  2. Los momentos difíciles nos aproximan, mucho, más a nuestra descendencia.
    Enhorabuena que los hijos celebren lo que sus padres hacen.
    Felicitaciones Pilar por esa complicidad con ellos. Igual me pasa con las mías.
    Un abrazo enorme y que bueno verte por la blogosfera

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    1. Buenas tardes Ceciely,me pasé por tu blog al final tuve problemas con los comentarios. Un abrazo

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  3. Estoy de acuerdo contigo, Pilar.En los momentos difíciles se siente más fuerte ese cordón que nos une. También mis hijos han estado más cerca de mi, aunque separados por miles de kilómetros, como son Múnich y Brisbane.
    Gracias a Dios todo va pasando, pero hemos aprendido a protegernos y a mantener la guardia, el virús sigue ahí.
    Mi abrazo y mi ánimo, Pilar.

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    1. Hola Mª Jesús qué alegría!!!
      Seguimos sin levantar la guardia, cuídate mucho. Besos

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  4. Nunca, se sigue notando. Me quedo por aquí de seguidora y te invito a que te pases por mi blog si te apetece.
    Un abrazo.

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