Cansada de mi trayecto
regresé pasado un tiempo,
mis pasos retrocedían
al compás de los recuerdos.
La negra noche me trajo
infinidad de lluvias latentes,
insomnios de madrugada
refugio de adolescentes.
Comprobé al pisar el parque
una aguda sensación extraña,
sobrecogedoras imágenes
en un destierro de placeres.
Diminutas acerolas
yacían secas por el suelo,
hastiada la misma vida
proseguía con su silencio.
Junto a la espesa hiedra sombría
reinaba un claro desaliento,
el olvido pasó factura…
sobre el mágico jardín secreto.
©Pilar Contreras Moreno
Preciosa metáfora, Pilar...El tiempo va dejando la hiedra del olvido en el jardín secreto del alma...Pero la memoria del sentimiento vuelve de nuevo para limpiar la hojarasca, como hacen tus bellos versos, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y feliz febrero, Pilar.
Mi abrazo y mi cariño.
Muchas gracias querida M. Jesús, feliz de poder contar con tu presencia y hermosos comentarios.
ResponderEliminarFeliz semana. Abrazos
Queda el recuerdo…El sentimiento siempre anida en un rincón del alma, para ver florecer de nuevo ese jardín secreto…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Feliz semana Sneyder
EliminarPreciosas tus letras a ese mágico recuerdo, donde la imagen habla por si sola.
ResponderEliminarSigo ausente, pero los "raticos" que tengo aprovecho para visitaros.
Un abrazo.
Ambar
Gracias Ambar un abrazo.
EliminarAsí es la vida Pilar,un sin fin de momentos vividos y olvidados, a veces como ese banco del jardín, algunos se quedan en nuesta memoria para siempre, como testigos de un tiempo pasado.
ResponderEliminarBesos
Cierto querida Julia.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Nunca queda en el olvido, se apodera a cada momento de tus recuerdos.
ResponderEliminarBesos
El pasado y el presente se funden numerosas veces.
ResponderEliminarFeliz semana José Manuel.
Recuerdos tristes quedan en nuestra mente y corazón. Ahí permanecen latentes pero ya vendrán tiempos mejores, amiga. Días que nos renueven y nos llenen de sol.
ResponderEliminarAbrazos inmensos, amiga.