Por supuesto
que hace frío!!!
No lo
pienso discutir y según las previsiones,
lo más duro
está por venir.
Las nacidas en los años sesenta ya hemos vivido alguna que
otra fuerte inclemencia, gélidos inviernos que a su crudo paso hacían tiritar
hasta las piedras.
Calcetines altos y falditas
cortas, presumiendo de ser una chica yé-yé.
Desde la goma exacta, donde
finalizaba la lana del calcetín, la rodilla y el resto de extremidades era un
bloque de hielo, que solía derretirse al entrar el mes de abril, incluso mi
madre obsesionada por mi extrema delgadez aseguraba mi supervivencia con una
bolsa de agua hirviendo…reanimando así los contraídos pies.
En los botijos de barro era
hazaña casi imposible intentar saciar la sed, tuberías reventadas protegidas
por recio y oscuro papel. Sobre el alero de los tejados punzantes chuzos de
hielo colgaban con enorme longitud, robustos muñecos de nieve predecían por las
esquinas que aquellas rachas de viento y
sus terribles fríos polares serían recordados por alguno de sus mortales.
©
Pilar
Contreras Moreno
Eran otros inviernos, ahora son más esporádicos por eso de que el tiempo está trastornado. Gloriosos inviernos (algunos me llamarán loca)
ResponderEliminarUn beso
Querida Ana...vivimos en un mundo de locos!!!
EliminarQué sigan diciendo...jijijiji
Abrazotes
Muy bueno!!!! es verdad que íbamos en calcetines y con falda y no nos pasó nada!! jajajaja, qué tiempos.
ResponderEliminarMil besos
Toda una raza de supervivientes!!! jajajaja
EliminarCiertos días hay que buscar el humor por cualquier inhóspito rincón. MUCHOS BESOS
Es verdad que el tiempo ha ido cambiando y aunque ahora hace frío no es como el de antes, aunque en contadas ocasiones nos recuerda aquellos fríos inviernos.
ResponderEliminarbesos
Un abrazo enorme IIesin
ResponderEliminarGracias.
Tu narración me ha hecho entrar en ese mundo de los inviernos blancos, que yo,comoo andaluza nacida y criada en Cádiz, jamás he conocido.
ResponderEliminarBesos
Qué suerte Julia!!!Cadiz es mucho Cadiz. <3
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