Antonio López
García:
Confecciona y
elabora sus blancos lienzos,
con la solemne destreza de los viejos siglos.
Intuitivo y con paleta en mano
mide, observa y a la vez se orienta,
pendiente de la brisa de otoño
la cual visualiza y también refleja.
Minucioso traza nivel y regla,
calibrando el enfoque del mismo cuadro.
Sus huellas se aferran firmes al suelo
con sólidos topes donde apoyar sus pasos.
Con la suavidad de un ángel,
desliza sobre el lienzo las pinceladas,
observa la bifurcación del árbol
e intuye el apogeo de su nueva obra.
Con delicado esmero plasma
la piel luminosa de los membrillos,
aquellos que contemplaba
en su tierra manchega desde chiquillo.
Septiembre y octubre coquetean
con las densas hojas de los membrillos,
que sutiles van posando en el lienzo
junto al esbozo detallado del carboncillo.
Seducido por el natural impulso de la madre tierra,
jamás contempla las horas del reloj ni de su esfera.
Al caer la tarde recoge los pinceles,
las pinturas y el caballete,
artífice denota el fulgor dorado
que su mística visión retiene.
©Pilar Contreras Moreno
con la solemne destreza de los viejos siglos.
Intuitivo y con paleta en mano
mide, observa y a la vez se orienta,
pendiente de la brisa de otoño
la cual visualiza y también refleja.
Minucioso traza nivel y regla,
calibrando el enfoque del mismo cuadro.
Sus huellas se aferran firmes al suelo
con sólidos topes donde apoyar sus pasos.
Con la suavidad de un ángel,
desliza sobre el lienzo las pinceladas,
observa la bifurcación del árbol
e intuye el apogeo de su nueva obra.
Con delicado esmero plasma
la piel luminosa de los membrillos,
aquellos que contemplaba
en su tierra manchega desde chiquillo.
Septiembre y octubre coquetean
con las densas hojas de los membrillos,
que sutiles van posando en el lienzo
junto al esbozo detallado del carboncillo.
Seducido por el natural impulso de la madre tierra,
jamás contempla las horas del reloj ni de su esfera.
Al caer la tarde recoge los pinceles,
las pinturas y el caballete,
artífice denota el fulgor dorado
que su mística visión retiene.
©Pilar Contreras Moreno
Bellas palabras, de todo se puede hacer poesí si se tiene la maestría de jugar con las palabras, comoo lo haces tú.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias Julia, quedé impresionada sobre dicho documental que refleja el proceso creativo del gran pintor Antonio López.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Una maravilla .
ResponderEliminarBesos.
Feliz inicio de semana Amapola
EliminarQué poema más bonito!, espero que El gran Antonio López lo lea.
ResponderEliminarMIl besos
jajajaja...Eso como dicen en el pueblo es harina de otro costal!!!
ResponderEliminarUn abrazote
Precioso poema Pilar, mi más cordial enhorabuena por esta composición . Un beso de pueblo paisana.
ResponderEliminarMuchas gracias Casimiro me alegro de que te guste, humilde trabajo para un pintor tan grande.
EliminarTus pinceles también son motivo de orgullo para los tobarreños.
Abrazos
Muy hermoso esta bella composición entre pintura, letras y un fruto que empieza a estar en su mejor momento y nos deja ese sabor otoñal.
ResponderEliminarBesos
Gracias Montse, feliz fin de semana campeona.
ResponderEliminarUn abrazo
bellas palabras donde dibujas lo tierno del alma en la naturaleza Pilar feliz semana mis saludos
ResponderEliminarjr.
Feliz semana Jose Ramón, gracias por dejar tu huella.
EliminarVersos llenos de color como un hermoso lienzo de Lopez.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tus palabras siempres repletas de amabilidad.
ResponderEliminarUn abrazo José Manuel
Bella pintura y maravillosas letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar