Era de
suponer que nos repondríamos
tarde o
temprano del triste descalabro,
de esa
sombra negra que a diario nos acecha,
dejando en
la boca el sabor amargo de la derrota.
El aire
asfixiante comenzó a filtrarse
por los
poros abiertos
de una piel
lozana e inmaculada.
Se
preveían fuertes turbulencias…
tornados cuestionados
por violentos espirales.
Tras los
harapos del miedo…
aceptaríamos
a convivir con su amenaza,
exprimiendo
al máximo los recuerdos.
©Pilar
Contreras Moreno
Me llega al alma. Gracias. Besetes.
ResponderEliminarHola trimbolera y a mí me conmueve que te haya calado hondo, la poesía consiste en eso mismo en plasmar y compartir sentimientos, para las personas que como yo escribimos sin ánimo de lucro, es el mejor halago que existe. Gracias!!!
EliminarHay ausencias que dejan huellas en el alma.
ResponderEliminarBesos
Muy cierto Montse, dicha huella permanece presente siempre.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
MUY BUENO, PILAR. TRAS LA TORMENTA LLEGA LA CALMA Y HAY QUE TRATAR DE DISFRUTARLA. UN ABRAZO.
ResponderEliminarBufff, qué bonico Pilar!
ResponderEliminarContundente y bello poema, Pilar. Un abrazo.
ResponderEliminarHay ausencias de las que cuesta mucho reponerse, porque dejaron profunda huella.
ResponderEliminarMuy bonito
Besos y que disfrutes del verano
Siempre podremos reponernos a través de la palabra. Tú la manejas de forma que es esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.