sábado, 25 de mayo de 2013

APOLO Y DAFNE




Apolo, hijo de Zeus y Leto, era considerado como el dios de la música, de la poesía, de la luz e incluso de las artes adivinatorias. A lo largo de su existencia había tenido numerosos romances tanto con mortales como con ninfas y diosas.
Un día se atrevió a reírse de Eros, más conocido como Cupido, que se encontraba practicando con su arco. Éste, al sentirse humillado por el arrogante dios, decidió darle una lección. Cuando Apolo se encontraba en el bosque cazando, vio a lo lejos una hermosa joven llamada Dafne, que en realidad era una ninfa.

Eros decidió aprovechar el momento y disparó dos flechas. La que disparó a Apolo era de oro, lo que producía un apasionado amor. Sin embargo, a Dafne le disparó una flecha de plomo, cuyo efecto era exactamente el contrario, sentir odio y repulsión hacia el dios que se había enamorado de ella.
Apolo entonces decidió perseguir a Dafne allá donde fuera hasta conseguir su amor, pero Dafne, bajo los efectos de la flecha de plomo, huía como podía de él. Al llegar al río Peneo, Dafne, cansada de tanta huida y justo cuando ya Apolo lograba alcanzarla, pidió ayuda a su padre, que no era otro que el dios del río. Éste, teniendo compasión por su hija, decidió hacer lo único que podía salvarla: la convirtió en un árbol, el laurel.
Cuando Apolo al fin la alcanzaba, vio cómo los miembros de su amada iban quedándose rígidos, sus brazos se convertían en ramas, sus pies echaban raíces y sus cabellos se iban convirtiendo poco a poco en hojas hasta que su cabeza se convirtió en la copa de un precioso árbol.
Afectado por lo que acababa de suceder y pensando en cuánto la amaba, prometió que ella sería su árbol, el que le representara siempre. De esa manera, sus hojas adornarían su cabeza y la de aquellos guerreros, atletas, poetas o cantores que triunfaran, convirtiéndose en símbolo de triunfo y victoria.

 






10 comentarios:

  1. Un amor para la eternidad. Y no sabe Cupido el favor que hizo a los mortales regalándonos el laurel. Seguramente no pensó nunca en que acabaría de forma tan prosaica como formando parte de un guiso de lentejas porque ahora no se corona a nadie con hojas de laurel, excepto, creo a los caballos y alguna carrera de coches.
    Un abrazo.

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  2. Como figura representativa se continua usando quizá en trofeos y esas cosillas que nos indicas, al fin de cuentas...¡mitología Aurora mitología!
    Besos Pilar

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  3. Es una de las Leyendas mitológicas que más me han gustado desde siempre.
    Maravilloso Post.
    Abrazos y besos.

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    1. Gracias Pedro Luis, siempre un placer recibirte.
      Un abrazo, Pilar

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  4. HOLA QUERIDA PILAR
    GRACIAS POR TUS LINDAS PALABRAS EN EL HOMENAJE A MI MAMÁ, ME SIENTO MUY COMPRENDIDA POR TODOS USTEDES Y ME EMOCIONA MUCHO, HASTA HE LLORADO CON CADA MENSAJE, ES QUE SOY MUY SENSIBLE.
    UN BESO GRANDE.

    ME GUSTA MUCHO LA MITOLOGÍA, ES TAN VASTO ESTE TEMA.

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  5. Qué bonita leyenda, yo no la conocía, así que como si me contaras un cuento nada más despertarme (lo digo por la hora jajaja)

    La recordaré cuando eche el laurel al guiso.

    Besos Pilar, pasa un buen día de domingo.

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  6. Yo lo recuerdo siempre cuando cocino, aperte me gusta su sabor jijiji
    Gracias por tu huella, maravillosa escritoraaaaa...
    Abrazos Pilar

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  7. Hermosa leyenda mitológica,amiga...Esta historia tiene muchos reflejos de la vida real...A veces uno persigue a otro,que huye y no quiere el amor,que le ofrece y acaba convirtiéndose en un ser nostálgico...La vida dá muchas vueltas y después valoramos lo que perdimos...¿no creés?
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso,Pilar.
    M.Jesús

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  8. Me alegro de que te guste M.Jesús dentro de la Mitología esta me resulta como bien tu dices con muchisimo significado. Feliz semana querida amiga besos, Pilar

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