viernes, 12 de agosto de 2016

Al otro lado de la jacaranda



Como cada día y a la misma hora sin querer observo su frágil cuerpo, ausente y con la mirada inerte desliza el tiempo sus lamentos. El azul violáceo del jacaranda resalta frente al desolador paisaje que reina en el triste edificio. El tibio sol del amanecer aporta a su cálida piel, un toque perfecto de sonrosado equilibrio. 

Incluso la fragante mañana...
                            por no despertarla,
                                            ha entonado un ligero silbido.






4 comentarios:

  1. Hola Pilar
    Qué bello es el jacarandá y qué color maravilloso tiene. Hermoso texto poético como todo lo que escribes amiga.
    Un beso grande.

    Pd Te dejo por si gustas la dirección de mi blog donde estoy publicando por capítulos mi novela familiar

    lujanfraixretratos.blogspot.com

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  2. Hola Lujan...qué alegría saber nuevamente de ti.
    Muchas gracias por dejarme el enlace, me pasaré a visitarte.
    Abrazos, Pilar

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  3. Que hermoso Jacarandá, que acompaña tu bello texto.
    Abrazo

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  4. Magnífico paisaje que nos lleva a soñar. La belleza se mira con los ojos del alma y tú la has captado en toda su magnitud. Gracias por tu presencia en mi blog. Un fuerte abrazo.

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