El corazón no entiende
más, sí late constante
distante, tras un velo escondido
ocultando lentamente,
su múltiple latido.
Con mirada ardiente
pero indiferente,
late despacio, corazón...
para que no se aprecie
que un día por él soñaron.
En los recodos del pasado,
anduve buscando,
palabras ausentes,
desnudos abrazos.
Tras el sueño ...,
como en los cuentos
de gala se vestían
las fábulas del tiempo.
Sobre hojas de elfo,
trenzando recuerdos...,
¿tal vez dormida?...
calé en su pensamiento,
que viajero deambulaba
por estaciones paralelas,
sobre intransitables vagones,
oxidados en el devenir del tiempo.
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