Un periodo de tiempo extraño
se ha instalado en mi interior,
como grafiosis en el olmo viejo
devorando cada rincón.
Sombras que se adentran
perfilando diferentes formas,
suscitan como el fuego
en el rescoldo de la memoria.
Espacios sordos y vacíos
con una diversidad trazada,
resbaladizo musgo verde
que entre los dedos se escapa.
De espaldas al mundo
me siento ubicada,
en un tiempo repetido
de ausencias prolongadas,
donde retallan brotes tiernos
de ilusiones en la mirada.
Aleteos sin sonido...
interrumpen mi frágil sueño
y se adentran en mi lecho,
con una inquietud materna
de añoranzas y desvelos,
en este inicial proceso
y periodo nuevo
de tiempo extraño.
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